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Publicar un libro no es fácil. Las editoriales pocas veces apuestan por escritores anónimos, por lo que muchos acabamos optando por la autopublicación. No obstante, la espinita de publicar A LO GRANDE sigue ahí, muy dentro de cada uno. Por ello, tenemos que estar atentos a los concursos literarios que se van realizando a lo largo del año, ya que suponen una oportunidad estupenda para autores anónimos. Y ya se sabe, ganar un concurso supone meter la cabeza de lleno en este mundillo ;). Así que, si quieres presentarte a un concurso literario y no sabes por dónde empezar, ¡no te pierdas estos consejos! 




Este paso creo que es de cajón, pero nunca está de más recordarlo. Como todo en la vida, es importante que no descuides NUNCA la presentación de tu texto. Elije adecuadamente la tipografía, añade una sangría apropiada, cuida los espacios y los párrafos... En pocas palabras que tu texto se vea limpio y claro. Huye de tipografías recargadas, tamaños de letra diminutos o exceso de ornamentación: mientras más fácil sea leerlo, mejor.


Otro paso básico es que, antes de enviar tu texto, revises a fondo los posibles errores que puedan haber. Posiblemente muchos sean por un despiste o incluso por un error de tecleo, así que no olvides echarle un ojo a todo el texto. Además, de esta forma podrás modificar las escenas o frases que no te terminen de convencer. Recuerda revisar la estructura de los diálogos y otros aspectos que, aunque más discretos, demostrarán al jurado tu profesionalidad.


Elegir el concurso adecuado te dará muchísimas más posibilidades de ganar. Por ejemplo, si escribes una historia de literatura juvenil enfocada a un público adolescente, ¿por qué no presentarse a un concurso de Maeva Young? Esta editorial es conocida por varias publicaciones de este estilo. Por tanto, indaga, curiosea y encuentra los concursos apropiados para ti. Para ello, no olvides tres aspectos clave: el perfil de tus lectores, el perfil de la editorial o del gestor y el género literario de tu historia.




Cúrate de espanto y registra tu obra antes de enviarla porque nunca se sabe qué puede pasar. Para hacerlo, ves a una oficina del Registro de la Propiedad Intelectual con los impresos correspondientes rellenados (aquí y aquí), un ejemplar de tu obra, una fotocopia del DNI y el justificante del pago de las tasas (alrededor de unos 12€). Con algo tan simple como esto nos podemos ahorrar muchísimos disgustos.


Por último, lee con calma las bases del concurso. Muchísimos candidatos son eliminados por no haber leído las bases e incumplir alguno de sus puntos. Por tanto, párate a leerlas y comprueba que cumplas todos los requisitos. Además, en las bases encontrarás información tan importante como qué pasará con tus derechos de autor o con tu obra si ganas el concurso, así que préstales atención.

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¡Y hasta aquí el post de hoy! Espero haber animado a más de uno a probar suerte con los concursos literarios. Estoy más que segura que alguno de vosotros se puede llevar una sorpresa agradable si lo intenta. ¿Os habéis presentado a algún concurso u os lo estáis planteando? ¿Cómo fue vuestra experiencia? ¡Contadme todo en los comentarios! Por supuesto, si os ha gustado y creéis que a algún amigo/a le puede servir, compartirlo (y os querré MIL). 

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El primer beso entre los protagonistas es un momento clave en toda novela, ya sea de género romántico o no, ya que supone un punto y aparte en la trama de estos personajes. La escena del primer beso es una parte que nos encanta tanto leer como escribir, pero que es importante que la trabajemos bien para lograr que transmita a nuestros lectores todo lo que pretendemos. Así que, si quieres aprender a describir este momento tan único en las historias para emocionar a tus lectores, sigue leyendo ;)


El primer beso entre los protagonistas será un momento muy especial, ya que será el desencadenante de la tensión sexual que se ha ido viviendo durante la historia. Nuestros lectores estarán IMPACIENTES por leerlo, por disfrutarlo, por decir "¡AL FIN!"; así que sí, tenemos que tener muy claro cuándo pasará y a raíz de qué. Por ello, cuando planifiques los capítulos, elige con mucho ojo en cuál sucederá. Ten en cuenta que si el beso sucede nada más empezar la historia, los lectores no lo disfrutarán igual que si les dejamos con la miel en la boca unos cuantos capítulos. De esta forma podremos ir desarrollando momentos de atracción y de deseo que aumentarán sus ansias por leer el "momentazo". Además, si queremos crear una relación amorosa basada en sentimientos VERDADEROS, es poco probable que nuestros personajes se besen nada más conocerse. Los sentimientos hay que desarrollarlos, contruirlos poco a poco, dejar que reposen... ¡en definitiva, dar tiempo para que la confianza y la intimidad CREZCA entre nuestros protagonistas!


Con ello no me refiero a que por narices el contexto deba ser perfecto (cena, velas...), sino a que crees la atmósfera CORRECTA; es decir, que desarrolles la tensión, el deseo, ¡las ganas por besarse! Os voy a confesar un secreto: mi primer beso fue en un aeropuerto y creedme, no fue la situación más romántica del mundo, pero fueron las ganas, los nervios y los sentimientos quienes me llevaron de cabeza a él y los que, hoy por hoy, me hacen seguir recordándolo como perfecto. Así que puede que el primer beso entre tus protagonistas sea en un autobús, salvando la tierra o apunto de morir, ¡pero lo importante es que desarrolles sus sentimientos y emociones! El porqué se besan es casi tan  importante como el beso en sí, recuérdalo ;)




No te quedes en la superficie; explora el beso. Cuando era pequeña (madre mía, ¿por qué os cuento estas cosas tan vergonzosas personales?) y me imaginaba cómo sería besar a un chico, me quedaba en lo superficial, en que sería juntar los labios y poco más, algo así como muy puro e insulso (sí, mi inocente cabeza de catorce años no daba para más). Luego, descubrí que no tenía nada que ver con lo que había creado en mi cerebro y que para nada era tan plano. En definitiva, lo que quiero decirte es que no olvides que un beso es más que un simple contacto. En él participan todos los sentidos. No tengas miedo de dar detalles sobre lo que sienten tus personajes en ese momento porque es lo que le dará realismo.




Muy relacionado con lo anterior, está jugar con la intensidad del beso. ¿Cómo es ese beso? ¿Cómo evoluciona? Puede que empiece como un beso rápido, tímido y se desencadene en uno apasionado. Como ya he dicho en el punto anterior, ¡da detalles! Creo que no me equivoco al afirmar que los lectores somos unos cotillas y nos encanta recrearnos en el momento. Eso sí, aunque describir un beso es algo muy personal, siempre he pensado que es mejor ser sugerente que vulgar. Dar detalles está bien, pero hay que saber elegir las palabras adecuadas sobre todo cuando nuestro público es juvenil. No caigas en la vulgaridad; piensa que siempre podemos decir lo mismo de otra manera. ¡Ah! Y por supuesto, ten en cuenta la experiencia amorosa de tus protagonistas: ¿es su primer beso? ¿Han tenido relaciones anteriores?



Por último, piensa un final adecuado para el beso. ¿Qué sucede después? ¿Uno de los protagonistas se queda perplejo? ¿Se aleja enfadado? ¿Se abrazan? ¿Se confiesan sus sentimientos? El final del beso es un momento clave que debes meditar con calma, ya que supone un punto y aparte en la trama. A partir de ese beso, la relación entre los protagonistas cambiará, ya sea para bien o para mal. Para decidir el final, piensa primero qué significa ese beso en ese momento: ¿es el principio de una relación estable entre ellos? ¿O dejarán de hablarse? ¿Es una despedida? Como siempre, ten muy presente las emociones de cada uno de los protagonistas y deja que sean ellas las que dominen la situación. 

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¡Y esto ha sido todo por hoy! ¿Cómo describís vosotros el primer beso entre vuestros protagonistas? ¿Os encantan estas escenas? ¿Cuál es vuestro beso favorito que habéis leído? ¡Yo no puedo elegir! :) Ah, y si alguno se anima a dar detalles de su primer beso y cómo se lo imaginaba... Yo encantá, así no me dejáis sola haciendo el ridi contándoos intimidades ;P. ¿Me ayudáis a llegar a más gente compartiendo el post?

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Elegir el nombre de nuestros personajes puede ser muy complicado, así que lo primero de todo es que dejes ir la mente. Como ya hemos comentado con anterioridad en varias entradas, es muy importante que a la hora de escribir estemos relajados. Utiliza tu intuición para aceptar o descartar los nombres que se te vayan ocurriendo, porque a veces es una simple cuestión de escuchar a nuestro yo interior. No obstante, si no se te ocurre nada ¡no desesperes! Vamos a ver unos truquitos sencillos para activar nuestra inspiración y que logres dar con el nombre perfecto.


Un básico a la hora de elegir los nombres para nuestros personajes es que tengamos en cuenta la época y el país en el que viven. No tendrá nada que ver que nuestro personaje viva en la actualidad que en una época futurista o en la Edad Media, así que antes de nada, párate a reflexionar sobre estos aspectos.


¡No tengas miedo de probar! Desde utilizar un nombre como un apellido (Michael John, Clara Rosa...), hasta combinar tu propio nombre con los nombres de tus amigos (Alicia y Sandra = Alisan; Alicia y Marta = Marticia...), pasando por mezclar nombres y apellidos de diferentes orígenes (Laura Wood, Raúl Thompson...), ¡todo es cuestión de experimentar y probar hasta dar con la tonalidad que buscas! Por supuesto, atrévete con las variaciones ortográficas (Alicia = Alycia; Carlota = Karlotta...), juega dándole la vuelta a un nombre común (Carlos = Solrac; Sonia = Ainos...) e incluso cámbiale el género (Alex = mujer; Ariel = hombre).



Recurre a listas de nombres para bebés, a los nombres de tus personajes favoritos (libros, series, películas...) o a la mitología, ¡eso sí! Intenta alejarte de la griega, la nórdica y la romana porque son bastante conocidas. También puedes optar por inspirarte con el nombre de las calles, ciudades o los créditos de una película.


Por último, juega a crear anagramas con las características más potentes de tus personajes. Por ejemplo, si uno de nuestros personajes es arrogante, divertido y tímido (qué combinación más rara... jaja), podríamos crear Dat o Tad, ¡cuestión de entretenerse un rato!


Y esto ha sido todo por hoy. ¡Espero que os haya servido! ¿Me contáis qué hacéis vosotros para elegir los nombres de vuestros personajes? ¿Os cuesta mucho decantaros por uno o se os ocurren con facilidad? Si os ha gustado, ayudadme a llegar a más gente compartiendo la entrada y os querré un montón :D.

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Teniendo en cuenta la definición de la R.A.E, el punto y coma (;) es un "signo de puntuación que indica una pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el punto". Este signo suele ser el que mayores dudas suele generar, puesto que su uso es muy subjetivo y es posible que en multitud de casos actúe como alternativa al punto y seguido, la coma o los dos puntos. Así que vamos a meternos de lleno en el lío y a intentar desentrañar cuándo es adecuado usarlo :P

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El punto y coma (;) se usa en enumeraciones complejas u oraciones en las que los componentes principales ya están divididos por comas; es decir:


Mientras que en una enumeración sencilla solo se utilizaría la coma:

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También se utiliza delante de determinados conectores como pero, mas, sin embargo, por consiguiente, aunque, etc., cuando la oración es bastante larga. Por ejemplo:

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Además el punto y coma (;) se puede usar para añadir una concreción o explicación sobre algo que hayamos comentado. En el caso de una explicación nos serviría para omitir el "porque...". Te dejo unos ejemplos:

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Cuando queremos añadir otro punto de vista a lo que hemos dicho. Por ejemplo:


¡Y esto serían los usos típicos del punto y coma (;)! No obstante, creo que es muy importante que encontremos nuestra propia voz y seamos capaces de gestionar el punto y coma en determinadas escenas sin que tengamos que consultar estas premisas; es decir, encontrarle el "gusto" a utilizarlo. Por ejemplo:


Estas dos frases son de Forgotten, la historia que estoy escribiendo. En este caso, no me he fijado en los usos cotidianos del signo, sino que lo he utilizado para añadirle ironía a la frase. Por eso os digo que es importante que encontréis vuestra propia voz y sepáis emplear el punto y coma en función a lo que queráis transmitir.

¡Y ahora contadme! ¿Utilizábais el punto y coma o lo evitábais por miedo a equivocaros? ¿Sabíais cuándo utilizarlo? ¿Os ha servido? Decidme en los comentarios más dudas sobre reglas ortográficas que tengáis y así haré más entradas de este estilo :D. Si os ha gustado, compartirlo y os estaré SÚPER agradecida ;D.

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